Si pretendes ser el sucesor de
Schumacher en el mundo automovilístico, existe un paso muy importante para
iniciar esa aventura. Antes de seleccionar tu carro, el motor, las llantas, los
colores y cotizar seguros de autos; debes tramitar tu licencia de conductor.
Porque recuerda que todos los grandes astros de la velocidad la tienen (Sí,
hasta en el mundo cinematográfico de Rápidos y Furiosos, “Toreto” la tiene;
bueno mejor dicho alguna vez la tuvo).
Lo principal es ser mayor de
edad. De ahí, como en cualquier tipo de trámite, los pasos a seguir son tener
la documentación personal, una declaración jurada que certifique que no tienes
algún impedimento legal para conducir, certificado de salud, aprobar tanto el
examen teórico y práctico (sí, tendrás que estudiar). Por último, pero no menos
importante, todo lo contrario, más bien, es el pago por tramitar todo.
Pero, en sí depende mucho el
tipo de carro y uso que le darás. Pues sí, el Ministerio de Comunicaciones
tiene ciertas categorías donde tú debes elegir según tus intereses. Solo existen dos tipos de
clases de Licencias para conducir: Clase A y B. Esta última solo hace
referencia a vehículos de dos ruedas.
Dentro de la clase A, que solamente
abarca vehículos de 4 ruedas, existen seis categorías. Pero tranquilo te
explicaré en qué consisten exactamente para que estés bien informado a la hora
de elegir.
Categoría A
IA. Esta licencia solo
autoriza la conducción de vehículos que se destinan al uso personal. En esta
categoría entran desde autos pequeños hasta camionetas (incluso las camionetas
conocidas como “Areneras”)
IIA. Básicamente es lo mismo
si lo comparamos con la IA. Lo único que cambia es la utilidad que se le da al
vehículo. Con este tipo de licencia podrás ejercer servicios de taxi,
turísticos, de transporte internacional transfronterizo de pasajeros y
vehículos de emergencia. Además, al tener esta licencia se obtienen los
permisos de la IA; pasa lo mismo con todas las demás licencias que iremos
mencionando.
IIB. Esta permite conducir las
populares combis y coasters. La regla exactamente dice que el peso vehicular
bruto debe ser no más de seis toneladas.
IIIA. Si se llega a sobrepasar
las 6 toneladas tendríamos que solicitar este tipo de licencia. Los autos que
se adaptan a esta licencia son los microbuses (“micros”), bus
interprovinciales, los mira buses (que se encuentran en cantidad por la plaza
de armas) y los ómnibus del Metropolitano.
IIIB. Entramos al reino de los
pesos pesados. Puesto que esta licencia permite la conducción de camiones con
chasis cabinado, remolcadores, volquetes, entre otros. Es necesario recordar
que al contar con esta licencia tenemos permiso para realizar todas las
actividades de las anteriores.
IIIC. Esta es la última y te
permite conducir autos de las dos anteriores categorías (IIIA – IIIB) de manera
indiferente.
Un último dato es que a los
primerizos la duración de la licencia es de dos años, mientras que a los más
experimentado cinco (hasta los 70 años puesto que de ahí comienzan una serie de
exámenes un poco más rigurosos).
Cómo hemos observado el mundo
de los motores, llantas, papeletas y demás tienen todo un procedimiento para
ser aceptados. Puesto que no es lo mismo conducir un “escarabajo” que un camión,
porque para manejar, digamos un volquete se necesita una gran responsabilidad civil de carga peligrosa.
0 comentarios:
Publicar un comentario